Esta vez el fuego. Una nueva generación habla de la raza - Jesmyn Ward
Espero que al leer este libro cada uno de vosotros tenga la sensación, queridos lectores, de que estamos sentados juntos ―vosotros y yo, y Baldwin y Trethewey y Wilkerson y Jeffers y Walters y Anderson y Smith, y todos los escritores serios y clarividentes de este libro―, y de que estamos componiendo nuestra historia juntos. De que estamos escribiendo una epopeya en la cual las vidas negras tienen un valor, en la cual los jóvenes negros puedan ir a pie a la tienda y comprar caramelos sin pensar que van a morir, en la cual las jóvenes negras puedan tener un mal día y ser unas bocazas sin que un agente de policía las agreda físicamente, una epopeya en la cual los policías vean a niños negros de doce años jugando con pistolas de mentira como niños bobos y no como maníacos homicidas...
Jesmyn Ward cursó su Maestría en Bellas Artes (MFA) en la Universidad de Michigan y recibió el McArthur Genius Grant, el Stegner Fellowship, el John and Renee Grisham Writers Residency y el Strauss Living Prize. Es la primera mujer que ha obtenido dos National Book Award de ficción por Sing, Unburied, Sing (2017) (La canción de los vivos y los muertos, traducida por Francisco González López) y Salvage the Bones (2011), que también quedó finalista del New York Public Library Young Lions Fiction Award y del Dayton Literary Peace Prize. Es autora de la novela corta Where the Line Bleeds y de las memorias Men We Reaped, que fue finalista del National Book Critics Circle Award y del Hurston/ Wright Legacy Award y ganó el Chicago Tribune Heartland Prize y el Media for a Just Society Award. Actualmente es profesora asociada de Escritura creativa en la Universidad Tulane y vive en Misisipi.
Espero que al leer este libro cada uno de vosotros tenga la sensación, queridos lectores, de que estamos sentados juntos ―vosotros y yo, y Baldwin y Trethewey y Wilkerson y Jeffers y Walters y Anderson y Smith, y todos los escritores serios y clarividentes de este libro―, y de que estamos componiendo nuestra historia juntos. De que estamos escribiendo una epopeya en la cual las vidas negras tienen un valor, en la cual los jóvenes negros puedan ir a pie a la tienda y comprar caramelos sin pensar que van a morir, en la cual las jóvenes negras puedan tener un mal día y ser unas bocazas sin que un agente de policía las agreda físicamente, una epopeya en la cual los policías vean a niños negros de doce años jugando con pistolas de mentira como niños bobos y no como maníacos homicidas, en la cual las mujeres negras puedan pararse a preguntar una dirección sin que los propietarios blancos paranoicos les disparen en la cara.
Ardo, y tengo esperanza.
Jesmyn Ward
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